No creí que me tomaría seis meses en volver a publicar algo. Les presento a todos mi blog, cinedesmembrado, el espacio más abandonado de la cuadra (no quiero hablar de "mundo" porque me considero uno de los más humildes ciber escritores).
¿Qué me motivó a volver? Pues nada menos que la muerte de una persona muy importante, pero a su vez muy desconocida para mí: Arthur C. Clark.
El señor Clark fue un aficionado a la astronomía desde pequeño. Con el tiempo se educó en la materia y llegó a convertirse en un respetado expositor científico, incluso alcanzando la presidencia de la Sociedad Interplanetaria Británica, que sentó sus bases en su antiguo apartamento de Londres. Pero alcanzó fama internacional con sus libros de ciencia ficción, destacando "El Centinela", obra que daría pie al guión que él y el director Stanley Kubrick (cuya cara está pegada en el banner superior de este abandonado blog) escribirían bajo el nombre de "2001: Odisea al Espacio"... mi película favorita y catalogada como la tercera mejor película jamás hecha según la crítica internacional.
Arthur se unió a los siete jinetes y trascendió la voluntad del espacio que tanto admiró. Tanto Stanley como él nos legaron una vida creativa de logros superlativos, que espero que no sean simplemente admirados, sino que sirvan de inspiración para nosotros los vivos, que de tanto en tanto, nos dejamos abandonar por las actividades rutinarias y no por las misiones de trascendencia. Hemos de aspirar la grandiosidad de estos eminentes artistas y pensadores para poder pararnos frente a ellos en el Xibalba de nuestros sueños y decirles, francamente, que continuamos su trabajo.
Volviendo un poco a mi pequeña realidad, intentaré escribir más, obligarme a pensar, porque espectadores ya existen muchos y artistas hay pocos. Como mero recipiente de su regalo creativo, intentaré, de a poco, darle al resto, como me enseñaron, un poco del genial brillo de la humanidad y de toda esta creación en la que fuimos puestos.
¿Qué me motivó a volver? Pues nada menos que la muerte de una persona muy importante, pero a su vez muy desconocida para mí: Arthur C. Clark.
El señor Clark fue un aficionado a la astronomía desde pequeño. Con el tiempo se educó en la materia y llegó a convertirse en un respetado expositor científico, incluso alcanzando la presidencia de la Sociedad Interplanetaria Británica, que sentó sus bases en su antiguo apartamento de Londres. Pero alcanzó fama internacional con sus libros de ciencia ficción, destacando "El Centinela", obra que daría pie al guión que él y el director Stanley Kubrick (cuya cara está pegada en el banner superior de este abandonado blog) escribirían bajo el nombre de "2001: Odisea al Espacio"... mi película favorita y catalogada como la tercera mejor película jamás hecha según la crítica internacional.
Arthur se unió a los siete jinetes y trascendió la voluntad del espacio que tanto admiró. Tanto Stanley como él nos legaron una vida creativa de logros superlativos, que espero que no sean simplemente admirados, sino que sirvan de inspiración para nosotros los vivos, que de tanto en tanto, nos dejamos abandonar por las actividades rutinarias y no por las misiones de trascendencia. Hemos de aspirar la grandiosidad de estos eminentes artistas y pensadores para poder pararnos frente a ellos en el Xibalba de nuestros sueños y decirles, francamente, que continuamos su trabajo.
Volviendo un poco a mi pequeña realidad, intentaré escribir más, obligarme a pensar, porque espectadores ya existen muchos y artistas hay pocos. Como mero recipiente de su regalo creativo, intentaré, de a poco, darle al resto, como me enseñaron, un poco del genial brillo de la humanidad y de toda esta creación en la que fuimos puestos.
1 ociosos han comentado:
Creo que leer ésto ha sido de las cosas que más he sufrido en mi vida. Y no por el hecho de que me afécte la muerte de este caballero, sino que después de haber leído tantas horas seguidas, mi querido y seudo llamado "Guillermo" me exija que lo lea...
En fin, como soy buena persona lo leo todo y hasta me digno a escribirle un mini mensaje a éste abandonado lugar (notese que yo lo usaba para decidir si veía o no una pelicula).
Guillermo, Guillermo, Guillermo...
Sólo unas palabras...
NUNCA DEJES DE CREAR. NUNCA DEJES DE ESCRIBIR DE PENSAR Y DE PLASMAR TUS SENTIMIENTOS EN LAS PALABRAS. NO ME SIENTO CAPAZ DE DEFINIR LO QUE ES UNA PALABRA, MAS INTENTO DECIRTE QUE SIN ELLAS EL MUNDO NO TENDRÍA RAZÓN DE EXISTIR.
Sigue escribiendo, fiel amigo..
Un abrazo
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