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“Transformers” – Realmente se escapan de la vista

29 de julio de 2007

En un desesperado intento por atraer más lectores es que he emprendido con ganas la tarea de escribir un poco sobre mi impresión de este nuevo estreno. Hay mucho que decir, así que sin más demoras les presento mi humilde crítica sobre “Transformers” la película (ahora con personas de verdad).

Si me preguntaran cuál es mi película favorita de mis años de Pipiripao y el Festival de los Robots, tendría que decir, sin lugar a dudas, que “Transformers: La Película” (1986). No niego mi afición infantil por los robots, o sea, el 80% del contenido animado que veía en esos días tenía un robot de por medio. Mi niñez se puede resumir en mi trauma por esos señores mecanizados y siendo así, no parece nada extraño que mi película favorita fuese una que incluyese montones y montones de robots, que se transformaban en distintos tipos de autos (mi segunda afición) mientras un planeta gigante resultaba ser un robot más. Por cierto, también era gigante al estar convertido en robot. Además la película venía con todos los condimentos: una historia de superación, comedia, robots malos y buenos, conflictos raciales, ya saben, el amor imposible entre un hombre y una robota, y por supuesto, la mayor tragedia de la década de los ’80, la muerte de Optimus. Para mí, la primera película de Transformers es una de culto, si incluso viene con esos momentos nostálgicos inolvidables como cuando de una radio sale un robot en forma de cassette que se pone a bailar break dance. (Nota personal, los cassettes son divertidos)

Ahora bien, esta nostalgia por los autobots me preparó psicológicamente para poder digerir lo que sea que Michael Bay, el director, nos hubiese preparado. Claramente no estimo mucho al tipo, me parece demasiado infantil y poco creativo, pero le debo mi respeto por ser coherente a su estilo “pop corn” de hacer películas. Acabo de inventar el uso de “pop corn” como un tipo de cine, ya que me parece bastante adecuado para describir la filosofía que Michael Bay aplica en sus filmes. Este señor, según sus declaraciones y por las películas que ha hecho, cree que ir al cine significa tener espacios de entretención familiar donde se nos presenten interesantes mundos que nos permitan soñar con aventuras de varios colores y formas, para, básicamente, entretenernos imaginando. En resumen, ver algo entretenido, con harto efecto especial, útil como material cinematográfico apto para adultos, niños, pololos y animales con plata suficiente para comprarse su bolsa de cabritas (o pop corn) y su bebida extra aguada de un litro. Ejemplo claros de esta filosofía son “La Isla”, “Armageddon”, “Pearl Harbor” y “La Roca”, entre otras. Todas producto de la cabecita del señor Michael Bay, que en este año 2007 nos presenta la película con mayor presupuesto del año: Transformers.

Transformers: la película (versión 2007) trata de un adolescente loser (perdedor) de un pequeño pueblito llamado Gringolandia al cual le regalan su primer auto, un Chevrolet Camaro viejo y oxidado, que resulta ser un robot muy simpático que vino desde otro planeta para defender a este adolescente loser de otros robots no tan simpáticos que quieren algo de él. El adolescente loser es interpretado por Shia LaBeouf, uno de tantos actores encasillados en un mismo tipo de rol. En su caso, el de adolescente loser, el cual le sale bien, pero siempre lo actúa del mismo modo, por lo que no es un actor con un gran espectro interpretativo. En razón de mantener la “originalidad” de la película, el adolescente loser es emparejado con la mujer más bonita de la película (Megan Fox), también conocida como la mansa mina ricaaaa o MMR, para abreviar. Juntos deben lidiar contra una amenaza extraterrestre, que más encima son robots indestructibles, que además tienen más armamento que los guardias de la Casa Blanca, que también rinden como 80.000 km por litro (porque no echan bencina en toda la película) y, para rematarla, tienen que alcanzar a desarrollar una relación y terminar la película con un beso. Todo en solo dos horas y media.

La película, aparte de su trama principal, viene repleta de chistes en contra de la administración del actual presidente Bush, propagandas de seguridad gubernamental de los años ’40, e incluso se ríe de “Armageddon” y hace tributo a “Terminator” y a la escena del lobby en “Matrix”. Tampoco es posible pasar por alto la calidad de “comercial extendido” que tiene la película con GMC, dueña de Chevrolet, Pontiac y bueno... la propia GMC. Incluso aprovecharon de presentar de forma masiva el nuevo diseño del Chevrolet Camaro. Nada mal para ser una de las 10 películas más vistas del 2007 (mi promesa). Los robots y todos los efectos especiales son fuera de serie, se nota el inmenso presupuesto detrás de esta producción y, a lo menos, en esta área no se decepcionarán. Algo que me sorprendió fue que ningún niño en el cine sufriera de algún tipo de ataque de epilepsia causada por las frenéticas peleas entre los gigantes de metal. La única manera en que podría describir estos enfrentamientos sería contarles mi propia experiencia: primero dos robots mirándose, luego se empiezan a golpear, disparar o hacer algo que involucra contacto físico y, debido a sus cuerpos metálicos, muchas chispas. Un minuto después veo a uno de los robots aparentemente muerto lo que me lleva a concluir que después de todo el enredo visual que acababa de presenciar, el vencedor había sido el robot que seguía de pie. Esto me pareció un punto positivo para la película ya que obligaba a los espectadores a ejercitar sus habilidades deductivas y su coordinación ojo-cuello para las numerosas ocasiones en las que girabas tu cabeza hacia tu compañero para compartir una fraternal mirada que expresara un: ¿Qué mierda está pasando?

En conclusiva conclusión, Transformers es una película entretenida para todas las edades, tiene hartos efectos especiales, buenas bromas y una MMR de lujo. Las actuaciones son una basura, pero no molestan, ya que claramente nadie va a ver esta película para tratar de descubrir el significado de la vida o una contradicción humana compleja. Entre sus grandes fallas, la película es demasiado larga para lo poco que pasa, está llena de chistes internos (como el de Armageddon) y la trama es poco consistente. Los diálogos en muchas ocasiones son estúpidos y en general, el filme apesta a cliché gringo. Poniendo lo bueno y lo malo en la balanza, Transformers debería ser una experiencia entretenida para todo tipo de público sólo disfrutable en una sala de cine, ya que sin la pantalla gigante y el sonido envolvente, se pierde toda la gracia. Si tuviera que darle estrellas, le daría dos, por que no la odié como para darle una, pero tampoco dio su aporte a la escena cinematográfica como para merecer más. Ah, y sólo para disipar las dudas, encuentro que la versión animada de la película de 1986 es mejor. Por cierto, casi se me olvida, probablemente deberían esperar la secuela para el 2009 (mi segunda promesa).

Antes de dejarles con el habitual trailer, les aviso que trataré de subir el próximo fin de semana un tutorial para los que no sepan usar bittorrent, según yo, el mejor sistema para descargar películas, música y lo que se les ocurra. Recuerden dejar un comentario sobre cómo les pareció la película a ustedes. Saludos.

::Sitio Oficial:: (bastante pesado) - ::Torrent para descargarla::